Abstract
El que la Organización de las Naciones Unidas haya declarado a 1974 como el Año de la Población, no es otra cosa que el resultado de una toma de conciencia progresiva acerca de una de las facetas del desarrollo. Población y demografía han venido a significar interferencia de las libertades más signficativas a nivel de la comunidad y de la familia, o también toma de posición frente a determinadas creencias.
Y sin embargo, el problema est´´a ahí. Todo depende del rincón desde el cual se le mire. ¿Es un problema de números, o es un problema de justicia? ¿Es un problema de responsabilidad invidividual o es un problema de responsabilidad compartido?
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