La historia de la Revista Controversia está ligada a la de la institución que le dio origen y la alberga como una de sus publicaciones emblemáticas, aunque hace tiempo participen otras entidades en su producción. En efecto, cuando en los años 60 del siglo pasado la Compañía de Jesús impulsó en América Latina la creación de centros para el conocimiento de la realidad social, en Colombia se fundó el CIAS (Centro de Investigación y Acción Social) que obtuvo su personería jurídica en 1972. Pero, para ese momento, había insatisfacción con el nombre del centro entre sus investigadores, principalmente algunos jesuitas que estaban regresando de Europa de terminar estudios en distintas disciplinas sociales y humanas. De esta forma, desde 1973 comenzó a designarse Cinep (Centro de Investigación y Educación Popular), pero el cambio legal solo se obtuvo en 1976. Hace pocos años, se incorporó a su razón social el “Programa por la Paz”, por lo que ahora se agrega a su nombre original del centro.
Estos cambios nominales explican que el antecedente de la Revista Controversia se llamara, precisamente, Anali-CIAS. Se trataba de una corta publicación hecha en mimeógrafo, que pretendía ser mensual, en la que se hacían análisis de temas coyunturales con cierta profundidad y al final se publicaba una cronología de eventos sociales y políticos recientes en el país. Parecía cumplir la función de alimentar los debates dentro del grupo de investigadores, que para el momento no pasaban de veinte, y tener alguna proyección a gentes cercanas, especialmente en las obras de la Compañía de Jesús. Así se publicaron 31 números entre abril de 1972 y febrero de 1975.
Con el número 32 se decidió hacer un cambio de nombre de la revista (mientras tanto estaba en curso el de la institución), convocando a debates de todo tipo, pero con rigor académico y profundo respeto de las opiniones divergentes. En sus orígenes, Controversia pretendió seguir publicando mensualmente, pero con el deseo de estudiar en profundidad un tema de la realidad nacional o internacional, aunque sin abandonar los análisis de coyuntura. Con el tiempo, profundizó esa opción monográfica, pero fue perdiendo la periodicidad mensual. Estéticamente, pasó a ser una revista más formal, con carátula, logo y un formato pequeño, casi como de libro. Y en efecto, aunque hubo algunos números en los que participaron varios autores tocando diversos temas, con el tiempo se convirtió en una publicación eminentemente monográfica, con una extensión similar a la de libros medianos. A su vez, los análisis de coyuntura se fueron produciendo en otras publicaciones más ágiles hasta que, en los años 80, salió al público Cien Días vistos por Cinep, lo que debilitó el carácter coyuntural de Controversia. También su perfil de estudios académicos provisionales se fue perdiendo con la publicación de la serie Documentos Ocasionales. Finalmente, la gente del centro prefirió publicar ya en la modalidad normal de libro que en una revista con una identidad un poco desdibujada. Pero, sin duda, en sus primeros años la revista fue una tribuna de difusión de las investigaciones del centro sobre los temas primordiales en su misión institucional. Así, por ejemplo, hubo varios números dedicados al análisis de las candidaturas presidenciales o de los planes de desarrollo del elegido. También salieron ediciones que tocaron la violación de los derechos humanos en Colombia, algo que afectaba no solo a los sectores sociales con quienes trabajaba Cinep, sino que tocó a varios de sus integrantes a finales de los 70. Igualmente, se recogieron debates sobre los problemas urbanos, el crecimiento de la economía, las reformas educativas y los movimientos estudiantiles, el problema agrario y las respuestas campesinas o indígenas, así como debates sobre la teoría crítica y el marxismo. Pero, a comienzos de los años 90, se fue distanciando su salida y prácticamente se interrumpió hasta 1995, cuando reinició en su segunda etapa.
En efecto, en el número 167 de octubre de 1995, se produce un “revolcón” en Controversia, acorde con los tiempos que vivía el país. No solo cambia su formato al de revista grande, estilo la que editaba Foro por Colombia y el IEPRI de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, sino que resurge con un perfil más claro de publicación periódica con diversidad de temas que cubrían las áreas de investigación de Cinep, aunque hubiera algunos dosieres especializados. De esta manera, se publicaron artículos cortos de gran difusión sobre elementos teóricos, conceptuales o metodológicos desarrollados por los investigadores del centro y por algunos académicos cercanos.
En términos formales, la revista comenzó a salir semestralmente y se conformó un aparato institucional de publicación, con director, equipo editorial y comité asesor científico. Parecía que el impulso que estaba dando Colciencias a las revistas nacionales, dentro de un rígido formato supuestamente acorde con las pautas “internacionales”, fue acogido por el centro y de esta forma se puso en la búsqueda de la indexación que se obtuvo a los pocos números de editada la segunda etapa, etapa que se proyectará hasta el número 186, correspondiente a junio de 2006.
Con el número 187 de diciembre de ese año, se dio inicio a la tercera etapa de Controversia, la más breve de su existencia, pues duró escasos 10 números. Los cambios ya no fueron de orden estructural, como había ocurrido en la anterior etapa. Otra vez más se volvió al formato pequeño y la revista se orientó a publicar dosieres sobre temas centrales de la investigación de Cinep/PPP o de las ONG que entraron a participar en el proyecto editorial. En efecto, por iniciativa de Corporación Región y con la acogida del IPC (Instituto Popular de Capacitación), la ENS (Escuela Nacional Sindical) y Foro por Colombia se creó una alianza para producir una revista indexada, desde algunas ONG, que sirviera de proyección académica para sus grupos de investigación. El convenio se mantuvo por unos años, aunque fue cambiando de socios por las situaciones financieras de las ONG aliadas. En la actualidad, se publica con la Cooperativa Confiar, que entró al convenio a los pocos números de iniciado, y el Instituto de Estudios Interculturales (IEI) de la Universidad Javeriana, sede Cali.
De hecho, la participación del IEI ha marcado el rumbo de la cuarta etapa de Controversia, iniciada con el número 198 de junio del 2012. Aquí sí el cambio fue eminentemente estético, aunque permitió la renovación de los comités editorial y científico, así como el cambio de la dirección de la revista. Por circunstancias institucionales difíciles de explicar, hubo una interrupción en su publicación a mediados de este decenio, lo que derivó en la pérdida temporal de la indexación por parte de Publindex. Una vez retomado el ritmo de publicación, en 2016 se vinculó formalmente el IEI, con el que compartimos estrechamente labores, no solo porque el diseño gráfico de sus caratulas se hace en Cali desde el número 207, sino porque nos alternamos las ediciones semestrales, una la coordina el IEI y la otra, el Cinep/PPP. Los temas de dosier han girado en torno a las áreas de investigación de cada institución, por supuesto de cara a los problemas de nuestra sociedad, como la construcción de una paz estable y duradera. Un elemento adicional ha sido tratar de incorporar la voz de actores sociales de base, en una sección abierta para ellos. Desde fines de 2018, hemos decidido ingresar en forma a las redes académicas virtuales y figurar en los índices internacionales, renovando y actualizando nuestro sitio en la página web del Cinep/PPP, como lo podrán constatar los lectores.
A pesar de los avatares propios de una revista académica, Controversia tiene indudables logros, comenzando por ser una publicación serial de mucha antigüedad, desde 1972 o 1975, según se prefiera. No muchas revistas académicas tienen esta longevidad y continuidad. Llegar a más de 200 números es de por sí una proeza. Pero lo es más por la misión que ha cumplido: trascender el círculo de investigadores de las ONG para proyectarse a debates y polémicas en el amplio mundo académico y de las organizaciones sociales del país y del continente. En sus páginas, se han publicado diversos análisis críticos de temas colombianos e internacionales: desde enfoques interdisciplinares por parte de un grupo variopinto de investigadores del Cinep/PPP, de otras ONG e instituciones universitarias, hasta las organizaciones sociales que han colaborado. Nos atreveríamos a decir que Controversia no solo es la decana de las revistas académicas provenientes de las ONG, sino que ha sido, y sigue siendo, un punto de referencia en los debates nacionales de cualquier orden. Por eso, seguirá publicándose, buscando amplios públicos, nuevas voces y lecturas más plurales de la realidad que nos rodea e impacta.
Mauricio Archila Neira
Director