Resumen
Las empresas son quizás una de las más extendidas formas de organización social de la actualidad. Como bien sabemos, estas responden a una particular manera de formalizar la contradicción clásica entre capital y trabajo, respondiendo a diversas necesidades del mercado o de una comunidad. Estas, además de responder a una función económica, están formadas por personas y para personas, lo que significa que se encuentran circunscritas a los contextos sociales que las originan. A pesar de su importancia, nuestra capacidad para pensar las empresas parece más bien limitada. Por una parte, los debates parecen remitirse a reflexiones apologéticas y narrativas institucionales, que en el mejor de los casos desembocan en los modernos discursos de sostenibilidad empresarial. Por otra parte, los ejercicios analíticos realizados desde las ciencias sociales caen fácilmente en posiciones binarias que tienden a estigmatizar de facto el rol empresarial en cualquier contexto en el que se mencione. Por lo anterior, la presente convocatoria de la edición 212 de la Revista Controversia invitó a reflexionar en torno a los diferentes modelos empresariales que conviven, compiten, dinamizan y entran en conflicto con diversos sectores de la sociedad colombiana, especialmente los de su entorno. En términos generales, se buscó comprender los vínculos y las tensiones entre el sector privado empresarial y las diversas comunidades, especialmente rurales.