Abstract
Pedro es la persona de su sucesor, el Papa Juan Pablo II, ha transitado “como la paz de Cristo por los caminos de Colombia”. Su visita, ¿ha alimentado nuestra esperanza o ha confirmado nuestros temores?
El balance se hace desde dos presupuestos. El primero a través del reconocimiento de la fortaleza de la fe y del poder de convocación evangelizadora del Papa Juan Pablo. El segundo por medio de la convicción de que el respeto y acatamiento a la enseñanza papal no exime al cristiano del examen de los hechos, de las doctrinas, esquemas y de los resultados.
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