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Abstract
El alcance y el poder de la televisión se han convertido en mito, gracias al extendido consumo de aparatos que ha caracterizado nuestra época. Pero cuando se mira más de cerca lo que sucede con los programas televisados y su resultado sobre la audiencia, se descubre que la imaginación es la que crea el mito, pero que detrás de éste transcurre una historia de proporciones manejables y lógicas.
La fuerza del mito se ejerce más bien sobre las personas que se sienten amenazadas por él. Y en este caso, el estudio de J .0. Restrepo escuadrilla las reacciones del Estado colombiano frente a la pretendida importancia política de los programas de propaganda electoral. Con una atildada pesquisa teórica y una diligente recolección de cifras estadísticas el autor demuestra que no es tan fiero el león como lo pintan.
En cambio, el estudio de una programación televisada nos dice mucho más sobre la estructura de clases de una sociedad, aun la colombiana, y del juego de poder en el que se hallan enzarzados los verdaderos duelíos del país.
En el segundo artículo, M. Romero, después de haber trajinado durante más de un año, las angustias y esperanzas de la lucha sindical, decide aceptar una invitación del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales para describir sumariamente al público del sub continente la realidad sindical colombiana.