Abstract
Desde hace más de diez años –desde la publicación de la Ley 70 de 1993 y del Decreto 1745 de 1995- existe una nueva figura política en el paisaje político de la cuenca del Pacífico colombiano: la de los Consejos Comunitarios de las comunidades negras. La aparición de esa nueva figura administrativa despertó una gran esperanza en varios ámbitos de la sociedad colombiana: parecía que los Consejos Comunitarios iban a renovar la manera de hacer política en el Pacífico y desde allí a dar el ejemplo para todo el país. En el sector social de las organizaciones de base del Pacífico, de las ONG y de los mismos académicos, la introducción de esa nueva figura suscitó un anhelo general hacia una mayor participación de la gente, hacia una “democratización” de las estructuras políticas tradicionales.
En el departamento del Chocó, y en concreto en la región del Bajo Atrato, la introducción de la figura nueva del Consejo Comunitario también produjo cambios grandes en el sistema organizativo local: la Junta de Acción Comunal (JAC) que había funcionado durante mucho tiempo, desapareció casi por completo de paisaje político. Hoy en día, en la zona, algunas comunidades –principalmente mestizas- están organizadas todavía bajo la forma de JAC, pero están en situación de minoría.
Al basar nuestra reflexión sobre el contexto político actual del Bajo Atrato, trataremos de mostrar en este artículo cómo los Consejos Comunitarios locales se constituyen en unas formas políticas intermediarias entre una manera tradicional o “clásica” de organización comunitaria –parecida a la forma organizativa de la JAC- y una nueva forma de autoridad en proceso de construcción fundada sobre la identidad étnica y la apropiación colectica de un territorio titulado.
Palabras Clave: Consejos Comunitarios, Comunidades negras, ONG, Democratización, Junta de Acción Comunal (JAC), Choco, Bajo Atrato